La Búsqueda

Si queremos lograr que “la búsqueda” sea parte de nuestra vida y que ésta nos permita descubrir Su rostro, debemos aprender a no ser conformistas, para quedarnos solo con lo que otros nos mencionan.  Practiquemos nuestro libre albedrío y busquemos e indaguemos más en el camino maravilloso de nuestro Dios.

Debemos preocuparnos por nuestro crecimiento y conocimiento. Recuerde que este aprendizaje primero es por una decisión personal.  

Prepararse requiere de esfuerzo y dedicación, de una búsqueda persistente, y nuestro Dios nos invita constantemente en su palabra a que le busquemos, pues solo así alcanzaremos el conocimiento que nos conducirá a tener una vida con alegría y paz. 

Es verdad que nuestras capacidades pueden ser diferentes, al igual que nuestra disposición, pero cuando tenemos  voluntad e interés  podremos alcanzar el verdadero fruto de esta búsqueda, que es vivir en alegría de corazón,  reconociendo su poder al ver continuamente su rostro. 

Entonces, ¿buscaremos pronto? o ¿nos volveremos a tomar otro tiempo para hacerlo?

¡Que nuestro Dios nos bendiga!